Comprar y mantener (del inglés Buy and Hold) es una manera de invertir a largo plazo muy popular y que tiene sus ventajas e inconvenientes (como todos los métodos de inversión).
Una de las cosas que proclama este método es que una vez que se ha decido comprar, hay que olvidarse de lo que hace el precio de la acción. Esta recomendación se centra en la parte psicológica de la inversión, donde es mejor no prestar atención al ruido del mercado para así no terminar haciendo algo que no queremos.
Esta recomendación no se debe confundirse con olvidar de que hace la empresa y como lo hace.
Cuando planteamos la compra de la acción de una empresa, lo saludable es escribir una tesis de inversión, con datos de toda índole de esa empresa, de su industria, etc. Esa tesis te dará los datos para poder decidir si comprarla o no, y cual es la razón y el objetivo por la cual se compra.
La tesis de inversión debería tener una cosa muy importante: cuando comprarla y cuando venderla. Las condiciones de compra y venta son datos objetivos que hacen que la tesis tenga más forma y se pueda saber con cosas concretas que es lo que se espera obtener de esa inversión.
Una vez que hemos comprado, la tesis nos debe servir para revisar cual es el estado de la empresa y ver si la salud de la misma sigue bien. Todas las empresas tienen problemas transitorios, y saber si lo son o no es fundamental para no vender en el peor momento (si es el caso).
Pero si la situación se ve irreversible, es mejor vender que perderlo todo. Esto último es más sencillo de decir que de identificar en ciertos casos.
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