Vi este libro en una noticia de un diario y lo compré casi impulsivamente. Más que un libro me parece un ensayo, tanto por la extensión como por la forma de escribirlo.
Me parece un buen ensayo, pero no me parece un libro. Invita a leerlo conjuntamente con más personas y reflexionar sobre los puntos de vista que apunta.
Lo comparo con “La Conquista de la Felicidad” de Bertrand Russell (cuidado que no van de lo mismo) y este se queda en ensayo.